Una hernia discal lumbar es una de las causas más comunes de dolor de espalda baja y de piernas/pantorrillas, en casos más graves pudiendo afectar hasta tu pie, en personas adultas.
Si te han diagnosticado una, probablemente tengas muchas dudas sobre qué es, el tiempo de recuperación, cómo tratar esta patología ¿con o sin cirugía?.
Aquí hoy te sacaremos de dudas y entenderás las diferentes opciones de tratamiento y cuando es necesario pasar por quirófano.
Hernia discal lumbar:
La columna vertebral está formada por una serie de vértebras que se apilan una sobre otra. Entre cada una, existe un disco intervertebral que actúa como amortiguador para proteger las estructuras óseas y transmitir correctamente las cargas. Estos discos son flexibles y están compuestos por un núcleo pulposo rodeado de una capa fibrosa más dura.
Una hernia discal lumbar ocurre cuando el núcleo interno del disco se desplaza y rompe la capa externa, pudiendo ejercer presión sobre las raíces nerviosas o la médula espinal. Estas hernias pueden ser asintomáticas en muchas personas si no se ven comprometidas las raíces nerviosas o médula. Si se ven comprometidas van a generar síntomas como dolor de carácter eléctrico, cambios de sensibilidad de las zonas inervadas (acolchamiento, hormigueos o insensibilidad), en casos más graves pérdida de fuerza.
Tipos de hernias discales:
- Protrusión discal: el núcleo no sale completamente del disco, pero presiona la capa externa. Es un tipo leve de hernia que no suele generar síntomas y suele aparecer como hallazgo casual en resonancia magnética.
- Extrusión discal: el núcleo se desplaza y atraviesa la capa externa del disco, generando en ocasiones compromiso de las raíces neurales.
- Hernia discal secuestrada: es el caso más grave, en el que una parte del núcleo se desprende y queda alojada en el canal medular. Es importante añadir que cuanto más extruida esté la hernia más facilidad tendrá nuestro cuerpo para reabsorberla.
¿Cuándo es necesario operar una hernia discal?
La cirugía se debe considerar siempre la última opción, especialmente si después de probar la fisioterapia y otros métodos conservadores nos has notado mejorías en un plazo de 6 a 12 semanas. También existen otras razones en la que tendría que ser necesaria la cirugía:
- Dolor intenso e incapacitante: si el dolor es tan fuerte que afecta a tu vida diaria y no responde a ningún tratamiento conservador.
- Déficit neurológico: en algunos casos, una hernia discal puede provocar una pérdida grande de la sensibilidad o debilidad de las piernas, dificultando caminar o realizar movimientos básicos.
- Síndrome de cauda equina: es una situación de emergencia en la que la compresión de los nervios puede llevar a la pérdida de control de esfínteres y problemas graves de la zona pélvica. En estos casos, es obligatoria la cirugía.
No obstante, es importante recordar que toda intervención quirúrgica conlleva riesgos y que la recuperación puede ser larga.
Tratamiento conservador: Fisioterapia y readaptación
La fisioterapia activa y la readaptación son unas de las herramientas más efectivas y menos invasivas para el tratamiento de la hernia discal lumbar.
Este tratamiento se enfoca en ejercicios específicos de la zona lumbar y educación en neurociencia del dolor para la mejora de los síntomas y la recuperación completa. Nos basamos en 4 pilares:
- Fortalecimiento muscular: mediante ejercicios guiados, haremos una exposición progresiva a movimientos que tengas dolor o debilidad muscular para reforzar la zona afectada.
- Neurodinamia (ejercicios de movilidad del nervio): son un tipo de ejercicios enfocados en la movilización del nervio o raíces afectadas por la hernia discal lumbar que generan grandes beneficios para permitir la reabsorción de la misma.
- Ganancia de movilidad: normalmente al padecer una hernia discal lumbar los movimientos se ven limitados y se generan posturas antiálgicas para proteger a nuestro organismo. En Human, utilizamos técnicas y ejercicios específicos para corregir y recuperar la libertad de movimiento.
- Educación en dolor y en lo que te está ocurriendo es clave para reducir las incertidumbres sobre lo que te está pasando y poder resolver antes el problema que te está generando la hernia discal lumbar.
Optar por un tratamiento conservador, como la fisioterapia y la readaptación, ofrece múltiples beneficios.
En primer lugar es una opción menos invasiva y con menos riesgos que la cirugía.
Además, te permite trabajar de manera más global toda la condición física, reduciendo la probabilidad de lesionarte de nuevo.
No tiene efectos secundarios y el tiempo de inactividad que implica la cirugía.
No obstante, si decides finalmente pasar por quirófano para operarte de tu hernia discal lumbar, también decirte que la opción de la fisioterapia y readaptación antes de la operación te va a ayudar a llegar en una mejor condición física y afrontar de forma diferente la cirugía, además de acortar los plazos de recuperación post-quirúrgicos.
Decidir entre operar o no operar una hernia discal lumbar es una decisión importante y personal. No hay una respuesta única para todos, ya que cada caso es único y depende de la severidad de los síntomas y de cómo evoluciones.
Desde Human te recomendamos comenzar por un tratamiento conservador, ya que en muchos casos es posible aliviar el dolor y recuperar tu funcionalidad, evitando finalmente la cirugía.
La fisioterapia y la readaptación pueden ser tus mejores aliados para mejorar al 100%.
Si quieres conocer más sobre cómo podemos ayudarte, puedes consultar nuestro tratamiento específico del dolor de espalda y por supuesto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Nuestro equipo de fisioterapeutas expertos te guiará en el proceso de recuperación para que vuelvas a tu vida sin limitaciones.