Cuando el dolor de cuello no viene del cuello
¿Alguna vez te has despertado con rigidez en la nuca sin una razón aparente? ¿O sientes la zona del cuello cargada después de un día de trabajo? Puede que incluso un simple bostezo te resulte incómodo. Y, aunque te toques el cuello, todo parece estar bien.
Lo más probable es que el responsable esté en un lugar al que casi nadie presta atención: tu mandíbula.
Ese mismo hueso que usas para hablar, comer y reír es también el que aprietas inconscientemente cuando estás estresado o concentrado. Y aquí viene lo importante: cuando la mandíbula no funciona bien, tu cuello lo siente.
En HUMAN Clínica de Fisioterapia y Readaptación en Granada, cada semana vemos pacientes que llegan preocupados por su cuello y descubren que todo empezaba en la articulación temporomandibular (ATM). Cuando mandíbula y cuello no trabajan en armonía, tu cuerpo avisa mediante dolor, tensión o incluso dolores de cabeza.
En este artículo te explicamos, de forma sencilla, cómo se conectan estos dos sistemas, por qué pueden causar dolor juntos y qué puedes hacer para sentirte mejor hoy mismo .
Cómo funciona tu mandíbula
Tu mandíbula es mucho más que un hueso. Está controlada por varios músculos que trabajan juntos cada vez que hablas, masticas, bostezas o tragas:
Masetero: está en la parte externa de tu mejilla y se encarga de cerrar la boca. Es el músculo más fuerte del cuerpo en relación a su tamaño.
Temporal: ubicado en la sien, es fundamental para elevar la mandíbula y se activa durante la masticación.
Pterigoideos: situados en el interior, permiten que muevas la mandíbula de lado a lado y hacia adelante.
Estos músculos no actúan aislados. Están conectados con tu cuello mediante otros músculos, ligamentos y conexiones nerviosas. Por eso, si la mandíbula trabaja en exceso, el cuello notará las consecuencias.
Por qué tu mandíbula y tu cuello están conectados, más de lo que crees.
Una anatomía compartida
Músculos como el esternocleidomastoideo, los trapecios superiores y los músculos suboccipitales conectan directamente tu mandíbula con tu cervical. Cuando uno de estos grupos se tensa, los demás tienden a hacer lo mismo. Es como una cuerda: si aprietas un extremo, el otro también se tensa.
Cómo una mala mordida afecta tu postura
Estudios de fisioterapia muestran que una alteración en tu oclusión (la forma en que cierran tus dientes) puede cambiar la posición de tu cabeza. Una cabeza adelantada, por ejemplo, aumenta la carga en los músculos profundos del cuello, generando tensión y dolor.
El dolor «referido»: cuando tu cerebro se confunde
Tu cerebro es muy inteligente, pero a veces se confunde. Si tu ATM duele, es posible que interprete ese dolor como si viniera del cuello. Esto se conoce como «dolor referido» y es más común de lo que piensas.
El estrés afecta a ambos lugares por igual
Cuando aprietas los dientes sin darte cuenta (bruxismo), los músculos de tu mandíbula se sobrecargan. Esta tensión se transmite al cuello como si fuera un efecto dominó. Y el resultado: rigidez cervical y dolor de nuca.
Cuatro situaciones en las que mandíbula y cuello trabajan contra ti
Aprietas los dientes sin darte cuenta
Durante el día o mientras duermes, tu mandíbula puede mantenerse activa continuamente. Esto genera tensión en músculos como el temporal o el masetero, que tiran del cuello hacia arriba provocando rigidez cervical. Muchas personas solo se dan cuenta cuando un fisioterapeuta les lo señala.
Trabajas muchas horas frente a pantallas
Si pasas el día delante del ordenador, es muy probable que adelantes la cabeza y cierres la mandíbula sin darte cuenta. El resultado: sobrecarga simultánea en el cuello y la mandíbula. Las videollamadas y las concentración intensas agravan este problema.
Tienes dolores de cabeza que empiezan en la nuca
Los músculos suboccipitales y temporales pueden generar dolores de cabeza tensionales. Con frecuencia, los pacientes que sufren estos dolores también presentan problemas en la ATM. No es casualidad.
Te duele la mandíbula al abrir mucho la boca
Si notas chasquidos, bloqueos o dolor al bostezo o masticar, es señal de que tu ATM necesita atención. Estos problemas suelen acompañarse de tensión cervical.
¿Te reconoces en alguno de estos casos? Lo más probable es que el origen de tu dolor cervical no esté solo en la columna vertebral.
Cinco ejercicios prácticos para aliviar el dolor de cuello originado en la mandíbula
Los siguientes ejercicios están diseñados para relajar la tensión mandibular y cervical. Realízalos una vez al día, preferiblemente al atardecer o antes de dormir. Deberías notar mejoras en 2-3 semanas si los haces regularmente.
1. Relajación mandibular: «Lengua en paladar»
Objetivo: disminuir la tensión del masetero y temporal, reduciendo la sobrecarga que llega al cuello.
Cómo hacerlo: Coloca la punta de la lengua en el paladar, justo detrás de tus dientes superiores. Mantén los labios juntos, pero los dientes separados (esto es clave). Respira lenta y profundamente por la nariz durante 1 minuto. Repite 2 veces.
Qué sentirás: una sensación de relajación en la mandíbula y menos tensión en las sienes y la nuca.
Duración total: 5 minutos. Frecuencia: diaria.
2. Automasaje del masetero y temporal
Objetivo: reducir la tensión de los músculos que más influyen en el dolor de ATM y que se conectan al cuello.
Cómo hacerlo: Coloca los dedos sobre las sienes (donde sientes el músculo temporal). Realiza movimientos circulares suaves durante 30 segundos. Abre ligeramente la boca y desliza los dedos hacia la parte externa de la mandíbula (masetero). Masajea de forma circular durante 30-40 segundos más.
Qué sentirás: disminución de la rigidez en la mandíbula y alivio reflejado en el cuello y la base del cráneo.
Duración total: 3 minutos. Frecuencia: 2-3 veces al día.
3. Deslizamiento mandibular controlado
Objetivo: mejorar el movimiento de la ATM, disminuir bloqueos y reducir tensión referida al cuello.
Cómo hacerlo: Coloca la lengua en el paladar, detrás de los dientes superiores. Abre la boca lentamente hasta donde puedas sin dolor (sin forzar). Concéntrate en que la mandíbula baje en línea recta, sin irse hacia un lado. Cierra despacio y haz 8-10 repeticiones lentas y controladas.
Qué debes notar: un movimiento suave y controlado. Si sientes chasquidos fuertes, desviaciones laterales o dolor, es señal de que necesitas evaluación profesional.
Duración total: 3-4 minutos. Frecuencia: 1-2 veces al día.
4. Estiramiento de músculos nucales (suboccipitales)
Objetivo: liberar tensión en la base del cráneo, muy influida por problemas de ATM.
Cómo hacerlo: Mete ligeramente la barbilla hacia dentro (como si hicieras «doble papada»). Mantén esa postura y baja la cabeza muy suavemente. Siente el estiramiento en la base del cráneo y la nuca. Mantén 20-30 segundos y repite 2-3 veces.
Qué sentirás: liberación de tensión acumulada en la base del cráneo.
Duración total: 2 minutos. Frecuencia: 1-2 veces al día.
5. Control postural de cabeza: «Recolocación cervical»
Objetivo: reeducar la posición de tu cabeza para reducir la sobrecarga en cuello y mandíbula.
Cómo hacerlo: Coloca un dedo en tu barbilla. Empuja suavemente hacia atrás, como si la cabeza se «recolocara» encima del cuello (sin inclinar la cabeza hacia arriba ni hacia abajo). Mantén 5 segundos y relaja. Repite 10 veces.
Qué conseguirás: una posición más neutra que reduce la tensión cervical a largo plazo.
Duración total: 2 minutos. Frecuencia: 3-4 veces al día.
¿Cuándo debes acudir a un fisioterapeuta?
Los ejercicios anteriores son útiles para alivio y prevención, pero hay situaciones que requieren valoración profesional:
Dolor mandibular o cervical persistente más de 3 semanas a pesar de los ejercicios. Limitación importante para abrir la boca o masticar. Chasquidos o bloqueos frecuentes en la mandíbula. Dolor que empeora al realizar los ejercicios. Cefaleas frecuentes (dolores de cabeza) acompañadas de tensión cervical. Dolor referido a brazos o manos (puede indicar algo más que un problema de ATM).
En estos casos, es recomendable una valoración especializada para descartar otras causas y recibir un tratamiento personalizado.
Cómo actuamos en HUMAN: un enfoque integral
En HUMAN Clínica de Fisioterapia y Readaptación en Granada, no tratamos el cuello sin revisar la mandíbula, ni la mandíbula sin evaluar la cervical. La relación entre la ATM y el cuello es real y está respaldada por evidencia científica.
Ambos sistemas funcionan como una unidad integrada. Cuando uno falla, el otro se resiente. Por eso, si sufres de dolor cervical que no termina de mejorar, la clave puede estar en tu mandíbula.
La buena noticia es que con un enfoque adecuado, ejercicios específicos y un tratamiento personalizado, es posible recuperar la normalidad y vivir sin dolor.
Lo importante es una evaluación completa desde la fisioterapia. Cada persona es diferente, y lo que funciona para uno puede no ser óptimo para otro.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Puede dolerme el cuello solo por apretar la mandíbula?
Sí. El bruxismo (apretar o rechinar los dientes) genera una cadena de tensión muscular que afecta al cuello. Es una de las causas más comunes de cervicalgia que no aparece en las radiografías.
¿Es normal que la mandíbula haga «clic»?
Un chasquido ocasional puede ser normal, pero si es frecuente, doloroso o va acompañado de bloqueos, conviene que un fisioterapeuta lo revise. Puede ser señal de sobrecarga o disfunción de la ATM.
¿Necesito férula o basta con fisioterapia?
Depende del caso. A veces es necesaria la combinación de ambas (fisioterapia + dispositivo nocturno). Una evaluación profesional es la clave para saber qué es mejor en tu caso.
¿Puedo hacer ejercicio si tengo dolor cervical por la ATM?
Sí, siempre que sean ejercicios adaptados a tu situación. El movimiento controlado suele ser una parte importante del tratamiento de fisioterapia. Lo importante es hacerlo de forma progresiva y sin dolor.
¿Cuánto tiempo tardaré en mejorar?
Depende de la severidad y la duración del problema. Casos leves mejoran en 2-3 semanas con ejercicios regulares. Casos más complejos pueden requerir 6-8 semanas de tratamiento profesional. La consistencia es fundamental.
Da el siguiente paso
Si reconoces tus síntomas en este artículo, no estás solo. Cientos de personas en Granada descubren cada año que el origen de su dolor cervical está en la ATM.
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No importa si tu dolor es reciente o lleva meses: siempre hay esperanza de mejoría.
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