Seguro que has oído hablar de que el ejercicio es bueno para corregir la mala postura, pero vayamos al origen de todo, ¿qué es la postura? ¿puede una postura ser mala para tu espalda? ¿hay relación entre la postura y el dolor? ¿cómo debo entrenar mi postura?
Qué es la postura
La postura es aquella posición que nuestro cuerpo es capaz de mantener con la máxima eficiencia, es decir, no le conlleva apenas gasto de energía mantenerse así.
La postura es una consecuencia. Nuestro cuerpo tiene la maravillosa capacidad de adaptarse a las posiciones que más lo exponemos, como medida principal para la supervivencia.
Que hoy estés aquí, leyendo este texto, depende de esa capacidad que ya tuvieron tus antepasados para adaptarse y poder sobrevivir.
Siguiendo esta misma regla, si pasas 15 horas al día sentado, tu musculatura será menos visible y tu postura será algo echada hacia delante, es una adaptación de tu organismo y si, tu trabajo consiste en hacer carreras de 100 m en el mínimo tiempo, tu cuerpo será más musculado y tu postura más erguida.
Ambos organismos son eficientes en su principal actividad (estar sentado durante muchas horas o entrenar para correr muy rápido).
El problema, en el caso de que pases muchas horas sentado, no radica en la postura como tal, sino en la cantidad de tiempo que tu cuerpo no cambia de posición, a esto le llamamos sedentarismo y es una de las pandemias más extendidas del siglo XXI.
Si este es tu caso, no te preocupes tanto por la postura, sino que deberías comenzar a moverte más, introducir actividades que conlleven movimiento el máximo tiempo posible durante el día.
¿Puede una postura ser mala para tu espalda?
El término “mala postura” no existe como tal, es decir, una postura en sí misma no es buena, ni mala. Como mencionamos en el punto anterior, la postura depende de la adaptación de nuestro organismo a unas demandas. O bien, en casos concretos, puede depender de algún factor congénito (personas que nacen con alguna variedad de la postura, ej. Hipercifosis, escoliosis…). Pero no deja de ser solo un aspecto más de nuestro cuerpo que no determina al 100% nuestro estado de salud o enfermedad.
Tradicionalmente, se habla de mala postura en la espalda, cuando existe una tendencia a flexionar más la columna dorsal, echar los hombros hacia delante y anteriorizar la cabeza.
O bien, cuando la columna lumbar presenta más curvatura de la habitual, el trasero sale más hacia fuera y también el pecho.
Entendemos que algo puede ser malo, cuando compromete la salud de un individuo, pero si eres una persona físicamente activa, con buenos hábitos de sueño y alimentación, no debes preocuparte por la posición de tu espalda, porque no está en peligro tu salud.
¿Hay relación entre la postura y el dolor?
La respuesta es que no. Hasta ahora no se ha demostrado que estos dos aspectos estén relacionados directamente. Aunque la información que tenemos sobre nuestra espalda es de que es una zona débil, que no debemos flexionarla para cargar peso o que siempre debe permanecer erguida cuando estamos sentados, la realidad dista mucho de todo esto.
Una persona independientemente de la postura que tenga puede tener, o no, dolor de espalda. No siendo tan determinante la postura, como sí lo son sus capacidades físicas, es decir, nivel de fuerza, variedad en sus actividades diarias o calidad de su descanso, entre otras.
Así que puedes quedarte tranquilo, porque a pesar de que tu actitud postural no sea la que marcan los cánones de belleza y la biomecánica perfecta, no tienes que experimentar dolor por ello.
Entonces, ¿Cómo debo entrenar mi postura?
Mueve pesas, utiliza gomas elásticas, introduce cargas que sean un poco retadoras. No se trata de centrarte solo en tu espalda, como si estuviera mal, por tener algunas curvaturas más acentuadas que otras.
Hablamos de movimiento variado, que incluya entrenamiento de la fuerza de todo tu cuerpo y entrenamiento cardiovascular. No fragilizar a tu espalda. Porque tu postura depende de mucho más que solo de tu espalda.
Partiendo de aquí, si quiero que mi postura cambie, no puedo hacerlo forzando la posición constantemente, porque eso no es eficiente y, por lo tanto, en cuanto lo olvide, volveré a mi postura habitual.
Será más acertado comenzar a introducir movimientos que te saquen de esa posición mantenida en la que pasas tantas horas.
Lo más importante, es que debes entrenar, porque las demandas de cualquier ocupación humana actual, no son suficientes para estar saludable. Y, como consecuencia, si tu entrenamiento está adaptado a ti, cambiarás tu postura y, no al revés.
Mi consejo personal, es que no generes una relación tóxica con tu postura. Tener algunas curvaturas más acentuadas que otras, sentarte relajado o flexionar tu espalda no es patológico, a pesar de lo que hayas escuchado o te hayan dicho algunos profesionales.
La ciencia también ha sacado a relucir recientemente, artículos como este: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31366294/ que reflejan claramente que no hay asociación entre tener posturas diferentes a la entendida como normal y dolor. por tanto, ¡dejemos de patologizar nuestra espalda!
En HUMAN Centro de Fisioterapia podemos ayudarte a corregir y dar solución a tus problemas de mala postura en tu espalda. Consulta sin compromiso con nosotros.